Una prueba de concepto o PoC (del inglés proof of concept) es una implementación, a menudo resumida o incompleta, de un método o de una idea, realizada con el propósito de verificar que el concepto o teoría en cuestión es susceptible de ser explotada de una manera útil. La PoC se considera habitualmente un paso importante en el proceso de crear un prototipo de un producto o servicio realmente operativo.
Uno de los primeros usos del término fue el realizado por Bruce Carsten en el contexto de un «Prototipo de prueba de concepto». Su significado se definió en la revista Power Conversion and Intelligent Motion, en su edición de noviembre de 1989 , en la columna titulada Carsten’s Corner (pág. 38), y que estaba subtitulada con la leyenda «Definamos unos cuantos términos» En concreto, las pruebas de concepto:
Una prueba de concepto tiene que atravesar varias fases en su desarrollo para poder ejecutarse con éxito: Definición, preparación, ejecución y análisis. Todas son igualmente importantes y deben pasarse en orden para que la PoC, tenga éxito. Intentar establecer un proceso único e igual para todos los proyectos, es imposible, debido a las particularidades de cada caso, pero si que existen una serie de pasos o puntos clave a la hora de realizar una prueba de concepto: Definición, alcance, objetivo y expectativas.